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domingo, 30 de agosto de 2015

El ancla de la vida

Ese plácido lugar llamado útero o matriz, en el que nos acomodamos y con el cual nos familiarizamos después de haber permanecido por espacio de varios meses desafiando todo tipo de adversidades mientras nos desarrollamos, ese vientre materno dentro del que nos sentimos a gusto, calientitos y seguros, resulta que cerca de los nueve meses nos deja saber que hay que abandonarlo, y para hacerlo se deben soltar amarras, esto lo hace literalmente el médico o la persona a cargo del alumbramiento con el corte del cordón umbilical, en ocasiones y en algunas culturas lo hace la madre de la criatura que acaba de nacer.

Cuando los seres humanos venimos al mundo y abandonamos ese confortable hábitat, las madres que seguido se vuelcan en sentimientos y cuidados debido al constante llanto por la separación y las nuevas adversidades que afrontar, se ven impedidas de cortar también las invisibles amarras emocionales que los siguen atando a ambos y permanecen prodigándonos mimos y cuidados incluso hasta en edades que no lo ameritan.   

Como producto de este proceder muchas veces adquirimos cierta dependencia emocional que no nos permite avanzar, nos mantiene estancados y anclados en el mismo lugar, influenciados por los mismos padecimientos y descontentos, por los mismos sueños heredados y obsoletos, mohosos y gastados como el ancla que logra mantener al barco fijo en un mismo lugar por mucho tiempo sin importar la marea.

Si acaso te encuentras en esta situación, las respuestas a estas preguntas te podrían ayudar:
¿Por cuánto tiempo has permanecido anclado y estancado, sin moverte, sin el más mínimo intento de cambio?
¿Qué esperas para levar ancla y deshacerte de ella? ¿Para poder navegar a gusto en el mar de la felicidad?
¿Qué te impide soltarte y guiar tu vida por rumbos diferentes y nuevos? ¿Qué ataduras emocionales y patrones de conducta preconcebidos te impiden volar y ser tu mismo?
¿Cuáles son los verdaderos sueños que anhela tu corazón…, ya los identificaste?

Si sientes algún tipo de inquietud al hacerte estas preguntas es casi seguro que estas anclado en el medio del mar y no tienes idea de hacia dónde navegar y prefieres permanecer así, enfrentando con pasividad las tormentas hasta que ya no puedas más y sea el deterioro de tu ancla o un fuerte huracán el que decida tu libertad, la cual solo te servirá para navegar a la deriva, sin rumbo fijo, sin norte, sin ilusión y casi sin vida si es que la logras conservar.


Tendemos a permanecer sujetos al ancla de la vida por demasiado tiempo y no sabemos qué hacer con la libertad cuando esta nos visita, somos inexpertos navegantes en el mar de los riesgos y las desilusiones, de las aventuras y las pasiones, de la vida y sus emociones y para poder entrenarnos y convertirnos en expertos hay que levar anclas y echarse al mar dispuestos a solfear las olas y enfrentar con valor las tempestades y adversidades, con el mismo valor que lo hiciste antes de nacer, dentro del útero de tu madre, haz memoria y recuérdate como lo que eres, un campeón mas.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

lunes, 24 de agosto de 2015

¿Que te ata al sufrimiento?

Muchas veces ciertos episodios de la vida nos llevan a sufrir amargamente por alguna razón, es normal y sano que sientas ese sufrimiento momentáneo que te genera la situación, pero pasado un corto tiempo no es sano ni normal seguir sufriendo por esa causa, pues ya pasó, no existe en nuestras vidas ya, quedó atrás, el problema es que nuestra mente no hace esa reflexión, ese cambio, y sigue recreando el episodio como si estuviera en el presente, no en el recuerdo. Nuestro apego es tan tal que nos negamos a soltar incluso los momentos amargos de nuestra vida y colocarlos en su justo lugar, el pasado (el que ya pasó), se nos hace muy difícil y a veces hasta imposible olvidarlos, le damos más poder al pasado que al presente, al recuerdo que al olvido, vivimos y nos dejamos influenciar de remembranzas y añoranzas que resultan perjudiciales.

Olvidar no es una elección si no una decisión, la decisión de ver el episodio doloroso que nos hizo sufrir tanto, con ojos nuevos, mientras lo sigamos viendo con los mismos ojos del pasado lo seguiremos sufriendo una y otra vez, al cambiarle la óptica el episodio también cambiará, se transformará, ocurrió y nada ni nadie lo podrá borrar, pero lo que sí se puede borrar es la interpretación que le diste y te hizo sufrir, si le das un giro, incluso hasta puede ser pequeño, la óptica cambia, y si poco a poco sigues dando esos pequeños giros verás que el mismo suceso puede traer diferentes sensaciones y gratificantes aprendizajes.




Olvida los ojos que vieron ese episodio desde un ángulo oscuro que no te ofrecía mucha visibilidad, no olvides el episodio, solo míralo con otros ojos y otro tipo de mirada, dale ese pequeño giro y obsérvalo desde otra perspectiva, cambia las gafas que usaste y venían con el panorama dibujado por tu mente condicionada, verás que solo así sanará por completo la herida y la cicatriz ya no se abrirá mas.

Así como muchas veces nos reímos de algo que en su momento nos angustió, quizás porque no fue tan trágico como pensábamos, o porque el tiempo se encargó de dejarnos ver lo tonto que fue angustiarse por eso, de esa misma forma trabaja con un episodio que te marcó de por vida, dale vueltas, víralo, obsérvalo y vuelve a mirarlo desde afuera de tu ser, sin que te roce, como un espectador, sin involucrarte emocionalmente con él, lo verás diferente, con ojos nuevos, esa es la manera de mirarlo para poder así olvidarlo y liberarte del sufrimiento. 


Si eres honesto reconocerás lo que ves y te darás cuenta que tu influiste más del 60% en su resultado dañino, ofensivo y doloroso, tu y solo tú, permitiste que te lastimara por tu forma de verlo e interpretarlo, después de reconocer y aceptar esta realidad, vuelve a mirar el episodio y pídele perdón por arrojar y cargar sobre sus hombros esa culpa que no merecía, que era más tuya que de él, después de hacer eso míralo nuevamente, te sonreirá y verás su lado bueno, su valiosa enseñanza, agradécele, sonríele y dile adiós porque ya no regresará 

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2017/06/24/correo-los-lectores 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Reconociéndote

La mayoría de las personas nos pasamos por alto, para todo nos excluimos, nuestro enfoque es externo, siempre haciendo proyecciones hacia afuera, nunca hacia el interior, es por eso que se ha llegado a decir que los demás son nuestro espejo, ya que no hacemos ese reconocimiento interior, la vida se encarga de que lo hagamos a través de los otros.

¿Qué deseas de la vida?

Esa es tu mano, esa eres tú.


Pues ahí te tienes, solo debes encontrarte, somos luz, así que no debería ser difícil hacerlo, lo que necesitamos es dejarla salir y ser esa luz para el mundo. Tampoco tenemos carencias, si no abundancia, lo que necesitamos es estar conscientes de ella, está por doquier, solo es cuestión de quererla ver, compartirla y no tratar de acapararla, pues es ahí cuando la perdemos de vista, la abundancia se manifiesta solo cuando la dejamos fluir, si no lo hacemos se hace invisible a los ojos.

Reconócete, visualiza la luz que eres, extiende tu mano y deja que penetre en tu interior y toque cada fibra de tu ser, empezarás a sentirte pleno, a vibrar en sintonía con la vida, a resonar en abundancia, volverás a ser tú mismo y ya no necesitaras una mano amiga que te ayude, que te levante ni que te acompañe porque al verte te reconocerás y sabrás quien eres tú y al saberlo tendrás a tu disposición muchas manos, esas que tocaste con tu luz y tu amor.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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viernes, 14 de agosto de 2015

Nuestro mundo de ilusiones

Siguiendo por la misma línea de las dos publicaciones anteriores les compartiré otra de las experiencias en las comunidades, específicamente en “Creciendo Juntos”. En esta ocasión se trata de Marisol Gallardo un bondadoso ser vestido con piel de mujer con quien he tenido la oportunidad de intercambiar pareceres, y que al publicar la siguiente imagen, me sentí motivada o inspirada (como mejor les parezca) a hacerle el comentario que les comparto debajo de esta:


 Gracias +Marisol Gallardo 

“Esta frase se presta muy bien para jugar con la imaginación y hacerle cambios, y para el debate, pues si se traduce literalmente significa que a partir del día de nuestro nacimiento, nuestra vida se convierte en un reflejo del día anterior, en otras palabras es una ilusión, nunca pasaremos de ser un simple reflejo, uno tras otro como los destellos múltiples, las secuencias rápidas que hacen posible la cinematografía, y en realidad nuestra vida no es más que eso, una película, una ficción de la mente creativa”.

Bueno el comentario le agradó, me expresó que le gusto mucho el significado que le di y lo corroboró.  Accidentalmente me topé con la publicación y como estaba redactando la entrada anterior y tenía algo de relación con ella, se me hizo la luz y aquí me tienen pasmando ese reflejo de nuestra conversación, de nuestro ayer, reflejando cual espejo el siguiente reflejo de la vida, ese que acaba de pasar hace solo unos segundos, y que era el reflejo del los segundos anteriores, esa que al pasar esos segundos se convierte en nuestra huella, para darle paso a la próxima pisada que no es más que un reflejo de esa huella anterior, por que como bien lo dijo Antonio Machado, “No hay camino, se hace camino al andar”, pero se deja un reflejo junto a ese camino, un reflejo imperecedero, brillante, que solo el tiempo implacable será capaz de opacar.

Gracias Marisol Gallardo por encender esa chispa reflexiva que hace que siga evolucionando en mi pensar, siendo un espejo y reflejando mi verdad, que me siga proyectando cada vez más cerca de la realidad hasta alcanzar mi máximo potencial y se unan mi reflejo y mi realidad. Nada es fortuito, nadie se topa en tu camino porque si, todo obedece a un diseño perfecto, a un guión magistral.

Namasté

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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domingo, 9 de agosto de 2015

Las Proyecciones

Esta bella imagen fue publicada por Gladys Gang, una gentil amiga de la comunidad Sanando el Alma, me gustó desde que la vi, me inspiró y por qué no aceptarlo y decirlo, me trajo recuerdos, enseguida lo percibí, le dije gracias amiga, creo que la usaré para una entrada del blog, lo cual le causó mucho agrado. El ver la imagen, fue como si estuviera recreando mi niñez en algún lugar del mundo, en alguna de las tantas vidas que he vivido. Me veo en ese apacible lugar, tan familiar, tan nostálgico y a la vez tan alegre y feliz.
 Gracias +gladys gahn

Si mis queridos lectores, formo parte de ese cuadro, de esa imagen, de ese recuerdo, de ese lugar, como formo parte de todos los cuadros, de todas las imágenes, de todos los recuerdos y de todos los lugares, como también formo parte de ustedes.

Nuestro mundo es una proyección de nuestra mente, es el resultado de cómo nos proyectamos, y nosotros somos una proyección de otros mundos proyectados en las mentes de otros, que son el resultado de cómo se proyectan. 
Existe una correlación o correspondencia de proyecciones entre ellos y nosotros. 
Nos familiarizamos con nuestro entorno, nuestra cultura, nuestro país, nuestro planeta y nuestra dimensión, ellos se familiarizan con su entorno, su cultura, su país, su planeta y su dimensión, pero en un determinado punto del espacio / tiempo, ellos se vuelven nosotros y nosotros nos volvemos ellos, nos confundimos los unos con los otros y dejamos de proyectarnos, a partir de esa fusión y en ese punto, nos disolvernos y nos damos cuenta de que por fin...solo SOMOS. 

.... SOMOS
Todo era diferente, pero igual, dejó de ser individual para volverse común, lo significativo se hizo trivial, la vida reencarnó en la muerte y el infinito se detuvo y en ese instante sentí que algo me rodeó con un abrazo fraternal y me trajo de vuelta a ese lugar, a esa imagen, a esa niñez a esa inocencia, a esa claridad de consciencia donde descubro que soy la joven, la niña y la señora de la imagen, y que también soy la tierra, las plantas, las gallinas, el lugar..., pero además soy una sola cosa , la imagen en conjunto, el cuadro y a la vez, no soy ninguna de ellas, ni la tierra, ni las plantas, ni las gallinas ni el cuadro, son solo una proyección.

Proyecciones, reflejos e ilusiones…, iones en constante movimiento tratando de entender la realidad de que "Somos uno y todo, todo y nada", final y comienzo siempre fluyendo hacia alcanzar el infinito.

Les comparto este video que al día siguiente de escribir esta entrada fue publicado por Tere Avila en la comunidad Creciendo Juntos, gracias amiga, el universo me lo envió a través de ti para darle apoyo visual, alegre y musical a esta reflexión.

    Gracias +tere avila c . 

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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miércoles, 5 de agosto de 2015

Canales de transmisión

Una de las observaciones que hoy día tienden a ser expuestas con mayor aceptación y lógica es la de ser coherentes, lo que implica actuar de acuerdo a lo que decimos y predicamos, ya que cualquiera puede hablar bonito (como se dice) pero a la hora de ver y ejecutar sus actos distan mucho de lo que pregona, quizás porque esto es algo muy cotidiano y cada día se hace más popular (especialmente en el ámbito político-económico). Lo verdadero es ser coherentes y constantes en nuestros principios y valores “Lo que fomento y digo, eso practico y hago”, así debería de ser.  

Pero hay otra cara de la moneda (como en todo) que no tomamos en cuenta a la hora de hacer juicios sobre una persona que no se comporta de acuerdo a lo que predica, y es que muchas veces esas personas son solo canales de recepción y transmisión, ya sea por sus energías, altamente asequibles y descifrables o porque han adquirido un alto desarrollo telepático para comunicarse con otras personas y seres espirituales de este plano o con seres de otras dimensiones.

Resulta que nos llegan ideas a la mente que nos impulsan a decir, escribir o hacer algo que ordinariamente no haríamos, luego cuando tomamos de nuevo nuestra frecuencia y el control y vemos lo que hemos realizado, los primeros sorprendidos somos nosotros mismos, pues no concebimos que sea obra nuestra, ya sea porque no valoramos nuestra capacidad o porque simplemente no tenemos consciencia de que sea un acto voluntario. Por esa razón hay que ser más empáticos y tolerantes y menos drásticos y justicieros, porque definitivamente nadie conoce las interioridades de nadie, ni las podrá conocer jamás.

Es sabido que toda inspiración nos llega de la fuente suprema de vida, pero también es sabido que el libre albedrio nos permite tomar algunas decisiones independientes de ella, así que muchas cosas de las que realizamos  dependen directamente de ella y muchas otras dependen directa y responsablemente de nosotros. 

Que quede claro que no estoy a favor de predicar una cosa y hacer otra muy diferente y opuesta, ni tratando de justificar actuaciones “aparentemente” irresponsables, pero por el hecho de vivir personalmente esta experiencia y de ser consciente de que todo lo que sale de mi boca o escribo no es de mi autoría, a veces solo sale sin más ni más, como un relámpago que te ilumina fugazmente y luego te vuelve a dejar en la oscuridad.

Por eso cuando recibo el eco de mis palabras o leo lo que escribí me digo: “Y eso lo dije o lo escribí yo?” Quizás sea porque no visualizo que mi capacidad de discernimiento sea tan clara y elocuente o porque cuando lo leo es como si fuera una persona leyéndolo por primera vez, porque no tengo ese razonamiento registrado. Por suerte nunca he escrito algo que vaya en contra de mis principios y me haga actuar irresponsablemente y ser incoherente (al menos eso creo, estos cambios de frecuencia nos dejan ciertas lagunas mentales), puede que en ocasiones haya sido contradictoria, eso sí.

Tengo una facultad (no sé qué apellido ponerle, si terrible o tremenda), de pensar muy rápido, por esa misma razón también hablo demasiado rápido y esto muchas veces resulta desventajoso, pues no me entienden ni captan claramente lo que quiero decir, por eso se me da mejor escribir, a veces creo que mis pensamientos vuelan a la velocidad de la luz, pues en tan solo 5 minutos, mentalmente hago todo un guión que podría ocupar hasta 300 páginas, cuando luego me siento a escribir lo que recuerdo de eso, se ha perdido la mitad en algún lugar de mi cabeza y solo me queda la idea principal con algunos trazos inolvidables, supongo que los que no pueden faltar.

Si por casualidad eres un canal de recepción y transmisión y te ves en la encrucijada de actuar de forma incoherente, trata de sentir la conexión, esa que expuse en la entrada anterior, y verás que de esa forma no habrá necesidad de ser incoherentes, si sientes la conexión durante o inmediatamente después de la recepción, si vibras por más de una hora en esa frecuencia en que estas recibiendo, veras que te será más fácil seguir vibrando en esa misma sintonía y transmitir el mensaje primero para ti, asimilarlo y luego no habrá incoherencia entre la  transmisión y tu actuación.

Si eres solo un simple escucha o lector de los mensajes que deben transmitir las personas que son usadas como canales de transmisión (sabemos que hay muchos charlatanes en eso), trata de ser un poco mas empático, tolerante y paciente antes de enjuiciar duramente a estas personas, al igual que tu, solo están intentando ser mejores, encontrar su sentido y su verdad y ayudar en lo posible a los demás. Recuerda que ellos también necesitan ayuda, son imperfectos y están en su derecho de cometer errores para poder ejercer el deber de corregirlos o enmendarlos si fuera posible, en fin, al igual que tu, están en su proceso de recordar lo que ya saben y despertar.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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sábado, 1 de agosto de 2015

Sentir la conexión


Me gusta esta imagen, por todo lo que me dice. Refleja nuestra dualidad y nos permite ver la integración y fusión del lado derecho y el izquierdo, de la luz y las tinieblas, lo divino y lo profano, lo real y lo imaginario, lo duradero y lo efímero, ambos lados uniéndose y conjugándose en un centro común del ser, confundiéndose el uno con el otro, fluyendo de pies a cabeza a través de la espina dorsal, para pasar a dar a  luz a un nuevo un ser, amoroso y sublime, brillante y hermoso, unificado.



Este nuevo ser ya no es lo uno ni lo otro es  el todo contenido en el. Me parece genial, dejar de ser lo que individualmente somos, seres fragmentados, partes de un todo y convertirnos en ese todo, un hermoso ser de luz, destellante, deslumbrante  y esplendoroso, igual en todos sus puntos, dejando a un lado la dualidad para ser solo la unicidad, el todo.
Antes de esa fusión somos como las gotas de agua que forman el mar, las partículas de arena que forman el desierto, las rocas que forman las montañas, los planetas que forman las galaxias, luego de ella somos el mar, el desierto, las montañas, las galaxias, todo al mismo tiempo.

Los humanos somos parte de un solo ser humano inmenso, cada mujer, cada hombre, cada niño, es una pequeña célula de ese gigante humano, así como lo son los diferentes mares del inmenso mar, cada mar, cada rio, cada lago, es una diminuta célula de esa inmensidad acuífera, como lo son los diferentes continentes del inmenso suelo terrestre, cada continente, cada isla, cada país, cada ciudad, cada campo, es una minúscula célula de esa inmensidad terrenal, como lo son las infinitas galaxias de la inmensidad universal, cada galaxia, cada astro, cada planeta, cada partícula astral es una ínfima célula de espacio sideral.


Cada destello energético es parte de una inmensa e infinita corriente cósmica, aunándose, transformándose, perpetuándose, contrayéndose, expandiéndose, ramificándose, disolviéndose, fluyendo… SIENDO.

Si despiertas a esa consciencia… ¡Podrás sentir la conexión! 

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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