¿Cuantos
días que pudieron ser grandiosos nos habremos perdido por nuestra manera
equivocada de ver e interpretar las cosas?
Esta
pregunta tiene cuatro posibles respuestas, bien podría ser de selección
múltiple, veamos:
A. Ninguno B.
Pocos C. Varios D. Muchos
Si la
respuesta es afirmativa, que es muy difícil que no lo sea, sería bueno tratar
de evitar que nos vuelva a ocurrir. A partir de este momento debemos establecernos
como meta principal, aprender a disfrutar de la vida y no desperdiciar los días
o convertir en pésimos o infelices los que pudieron ser grandes y excitantes.
Aunque
no lo creamos, la diferencia radica en nuestra actitud.
¿Me
molesto fácilmente? ¿Me tomo las cosas de manera personal? ¿Me considero el
centro de todo? ¿Soy impaciente, testarudo y susceptible? ¿Reconozco mis
errores y pido excusas cuando lo amerite? ¿Ofendo y me ofendo con facilidad?...
Estas y
otras interrogantes más, son la clave para un reconocimiento de nuestra
personalidad, para analizar si necesitamos dar un cambio de actitud y hacer la
vida más interesante y llevadera.
¿Somos de
los que al comer una menta, la chupamos divertidamente para disfrutar bien su
sabor y sentir el deleite?, o quizás ¿Somos de los que inmediatamente la ponemos
en la boca la trituramos con prisa y sin piedad sin poder apreciar bien su
sabor?, o por el contrario, ¿Somos de los que solo la introducimos en la boca,
ni la chupamos ni la masticamos, solo dejamos que la saliva por sí sola y
lentamente la disuelva, sin percatarnos de lo que estamos haciendo?
La
respuesta a este simple ejemplo, será suficiente para identificar nuestra
personalidad, si somos de los que gustamos de la vida, de los que solamente nos
la tragamos y ya o de los que nos pasa desapercibida. Es cierto que hay
ocasiones donde debemos tragarla y ya, pero deben ser las menos, mayormente
debemos saborearla y aprovecharla al máximo y nunca permitir que nos pase sin
darnos cuenta.
Repasemos
nuestras actitudes y reacciones, echémosle un vistazo al día que acabamos de
vivir, para no boicotear la alegría del siguiente.
Joan
Manuel Serrat escribió una bella canción que se titula “Hoy puede ser un gran
día”, fue la que me inspiró a escribir esta entrada y por eso la titulé así.
Quiero obsequiarles algunos versos de esa canción con todo el respeto y
admiración que me merece ese gran cantautor, aquí les van:
“Hoy puede ser un gran día
Plantéatelo así,
Aprovecharlo o que pase de largo
Depende en parte de ti...
Hoy puede ser un gran día
Donde todo está por descubrir,
Si lo empleas como el último
Que te toca vivir…
Si la rutina te aplasta,
Dile que ya basta de mediocridad
Hoy puede ser un gran día,
Date una oportunidad…
Hoy puede ser un gran día
Imposible de recuperar
Un ejemplar único
No lo dejes escapar”…
Este tema de Serrat no tiene desperdicios, si no lo conocen les
convido a escucharlo y empaparse de la versión completa de las letras. Elegí
algunas estrofas al azar, les dejo las faltantes de tarea, vean el video y reúnan
las ganas y el esfuerzo necesario para
hacerlas realidad. ¡Esa es la actitud!
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.
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