En la sintonía que estés, en esa misma sintonía
escucharas la melodía.
Si estas
sintonizado en boleros, escucharas boleros, si tu sintonía es en salsa y
merengue, escucharas salsas y merengues, si te sintonizas para escuchar
bachatas y reggaetones, eso escucharas. Dependiendo de lo que desees escuchar
tus oídos se preparan para eso, aunque te gusten los merengues si no estás
sintonizado para escucharlos te molestaran y no los escucharas, por eso es que
debemos estar bien claro en cuál es nuestra sintonía, pues por esa misma razón
muchas veces escuchamos lo que queremos escuchar y no lo que realmente nos
dicen y recibimos lo que estamos condicionados a recibir y no lo que realmente
nos dan.
Todo en la vida
es variable y cambiante y más según sea el estado de ánimo y los fines que se
perciben. Pero en sentido general existe en nuestro interior una sintonía
primordial que aunque es flexible siempre se mantiene sobre unas bases solidas
y fijas de amor, esa sintonía es la que debemos tratar de identificar para
salir airosos y triunfantes en nuestro paso por la vida y saber a qué le damos
cabida y a que no.
Si naciste, te
criaste y desarrollaste en una sintonía de amor, es casi seguro que esa será tu
sintonía durante el resto de tu vida, lo cual es motivo suficiente para
sentirte agradecido y feliz. Si por el contrario naciste, te criaste y
desarrollaste en una sintonía hostil y llena de odio e inconformidad, debes
luchar duramente por cambiar de sintonía, pues si no lo haces seguirías por el
resto de tu vida en una sintonía de amargura y desprecio que te desviaran de tu
sintonía innata basada en el amor, y por ende serás infeliz.
No todos nacemos
bajo las mismas condiciones y circunstancias, pero todos tenemos el potencial
para cambiarlas siempre y cuando no sean favorables, dependerá mucho de nuestra
actitud el cambiar de sintonía o resignarnos a escuchar una melodía desafinada,
estruendosa y desagradable todo el tiempo, si nos vimos en la necesidad de
hacerlo cuando niños y adolescentes, podemos educar el oído cuando adultos para
escuchar algo mejor, mas armónico y suave, con mas cadencia y belleza.
Trata de que la
sintonía externa vaya acorde con la interna, la innata, pues si no lo están,
vivirás bajo una tortura constante, si tu alma quiere escuchar y bailar valls,
no vayas a someterla a escuchar salsa, rap o un reggaetón, si no tienes a mano
el valls, al menos ponle un jazz o música clásica, siempre puedes sintonizar
más o menos la onda por la que anda tu alma, no le lleves la contra ni obligues
y sometas a tus oídos a castigos muy severos pues puede ocurrir que más tarde
el castigado seas tú.
Descubre la
sintonía de tu alma y sintonízate con ella, de esa forma solo puedes ganar, no
te dejes influenciar por comentarios ni condicionamientos del pasado, haz tu
introspección y saca tus propias conclusiones, y más que todo trata siempre de
estar sintonizado en amor, pues en la medida en que te sintonices en él,
ayudaras a que los demás también se pongan en esa sintonía.
Donde pongas el oído pon el corazón, no la condición.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
Esta entrada fue publicada en el periodico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2015/08/04/correo-los-lectores
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