Desde los
tiempos de la antigüedad las pirámides han sido muy significativas en la vida
del hombre. Las pirámides de Egipto entre otras, a pesar de todos los adelantos
de la ciencia, siguen siendo un enigma por descifrar, solo existen teorías
acerca de su construcción y sus fines, pero nada tan concreto aun como para
darlo por seguro.
En la actualidad,
las antiguas pirámides siguen siendo significativas, tal vez más que en ninguna
otra época. También existen pirámides modernas, pero no voy a referirme a edificaciones
estructurales macizas, sino a otro tipo de pirámides que causan estragos en la
sociedad, formadas por enormes y solidas capas o plataformas de miseria y pobreza,
que se construyen unas sobre otras, pasando de un grado de pobreza mayor a uno menor
según va subiendo, y así hasta llegar a una pequeña plataforma de riqueza sobre
la que se coloca una plataforma millonaria más pequeña aun, que sirve de base o
sostén a la punta de la pirámide, conformada por una exclusiva y privilegiada minoría
multimillonaria sumamente poderosa.
Siempre se ha
dicho que los de arriba son los que mandan, pero lo hacen siempre y cuando los
de abajo sean esclavos, conformistas o ignorantes, por lo cual el sistema de
gobierno, siempre está observando y trabajando para mantener esas condiciones
en la base, ya que los de abajo por ser el soporte y ser mayoría, si se lo
proponen pueden derribarlos y deshacerse de ellos, cosa que los de arriba no
pueden hacer con ellos, pues los necesitan para poder sostenerse y mantenerse.
El problema es
que cuando los de abajo deciden hacer algo, solo piensan en cambiar su posición
y subir un nivel, no en dar el golpe apropiado que deforme y transforme la
figura geométrica (el sistema) y la convierta por ejemplo en un hexaedro cuadrado
(cubo) o un paralelepípedo, para que todas las capas o plataformas tengan igual
capacidad, o lo que sería ideal, dar un giro masivo empujando todos hacia una
misma dirección para poder invertir la pirámide y luego mantenerse firmes en su
nueva posición y así conseguir que la pirámide pueda sostenerse sobre su ápice
sin tambalearse, para que de esa forma sean significativamente menos los de
abajo (los pobres, pisoteados y abusados) y mas los de arriba (los ricos, respetados
y valorados).
Aunque esta es
una representación piramidal principalmente económica y de clases sociales, por
ende de poder, podemos señalar que los valores morales tienden a decaer en las
plataformas de mayor riqueza y de mayor pobreza (en la base y el ápice), o sea
que, a mayor riqueza o pobreza, menos moralidad, unos porque creen que el
dinero todo lo puede comprar y los otros porque creen que no tienen nada que
perder.
Lo ideal sería,
que al invertir la pirámide y al subir la gran masa atrapada en la peor de las
miserias con escasos valores morales, también ocurriera un incremento sustancialmente
masivo y positivo de estos valores, ya que serán mayoría y los que tendrán el mando,
y sería más trágico aun que la aparente realidad, si este incremento de valores
no ocurriera. Por eso mi opinión muy personal es que la figura geométrica ideal
(el sistema), sería aquella que se asemeje a un aro, toro o rosquilla, donde la
diferencia entre arriba y abajo, centro y periferia, fuera casi insignificante,
por lo que habría solo una plataforma única con balance económico e igualdad
social, donde todos conviviéramos en armonía, teniendo los mismos derechos y cumpliendo
nuestros deberes con eficacia, entrega y amor.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2014/09/05/correo-los-lectores
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