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sábado, 28 de junio de 2025

Excéntrico escritor anónimo

El Tintero de Oro en esta ocasión me ha tentado de nuevo a participar en los retos que son para concursos, aunque yo lo hago en la modalidad fuera de estos. El tema de este mes, el anonimato ha sido una grata sorpresa planteada por Bruno, los relatos tendrían autores anónimos, aquí el enlace directo para que los puedan leer, todos aparecieron en el Tintero anónimo. 




Como había que esperar que finalizara el concurso y realizar la gala de menciones ganadoras para poder subirlo al blog, aquí también dejo el enlace de la Gala de premios para que conozcan a los autores de los relatos.

Sin más dilación, aquí dejo el relato anónimo que las musas tejieron conmigo, se sale un poco de mis registros comunes, pero esa también era la idea del anonimato, despistar la identidad del autor. Espero sea de vuestro agrado.


Excéntrico escritor anónimo   898 palabras



En mi pequeño pueblo natal, en un medio rural de pocas actividades sociales, pero muy próximo a la gran ciudad capital, sin saber el porque eso sucedía, abundaban las solteras, mujeres hermosas, con buena preparación académica, buenos modales, amables, altamente extrovertidas y simpáticas y con una alegría fuera de lugar.

Casi todas entre los 25 y 35 años eran solteras independizadas, llenas de vida y con trabajos bien remunerados a las que al parecer no les interesaba el amor cotidiano ni formar pareja. A los padres y ancianos les resultaba insólito, por mas que indagaban no tenían explicación lógica ninguna, porque incluso se vanagloriaban de ser vírgenes aún.

Esas chicas se fueron identificando por su manera de enfrentar la vida, su alegría natural, el brillo especial en sus ojos, rebosantes de ilusión y un detalle extremadamente curioso, todas llevaban una flor en su cabellera y siempre se les veía ensimismadas y sonrojadas leyendo algún libro. 
 
                                     

En ese mismo pueblo vivía un hombre muy solitario, rico y elegante, dotado de una especialidad que nadie o muy pocos conocían, su flamante manera de escribir y versar las emociones más hermosas y sensuales. 

Era un escritor anónimo, usaba un seudónimo en sus escritos. Sus siglas, EDAS, eran muy conocidas y se esperaba con ansias el verlas en un nuevo libro, que desde que salía se vendía como pan caliente. Nadie sabía lo que significaban esas iniciales, SOLO YO, que era el administrador de la editorial cuyo dueño era el mismo escritor “El Descarado Amante Secreto”, pero debía mantener el secreto bajo ciertos arreglos legales inviolables penalizados con la cárcel.

Pocos lo habían visto en el pueblo, siempre enviaba a su mayordomo o a MI, a representarlo en los centros económicos y actos sociales, por lo que casi nadie reparaba en su existencia, sus escasas salidas eran nocturnas (como los vampiros) cuando la gente estaba descansando en sus hogares, así evitaba sus rostros y tener que socializar.

El contenido de sus libros, rechazados por unos por su abierto y sensual erotismo, era la atracción de otros, que lo devoraban con insaciables ganas, como un aliciente a su sexo reprimido. Las mujeres solteras se morían por saber quien los estaba escribiendo, se llenaban de ilusión con solo pensar que fueran vistas con interés por sus ojos, y ni que decir si sus manos las tocaran… 

Pero había algo mas detrás de ese seudónimo que todas sabían y cada una mantenía en secreto para si. Cada ejemplar vendido traía un código inusual, “Deja tu dirección o apartado postal para enviarte un regalo por la compra”. Esto intrigaba más todavía y hacía que la compra fuera tan excitante como el mismo libro prometía en cada título usado, que por cierto eran bastante sugerentes todos.

El regalo consistía en una carta con ciertas instrucciones que recibía la persona que lo compró para acudir a una cita ciega con el autor, la fecha la fijaría el propio escritor en su momento, luego de que el comprador cumpliera ciertos lineamientos antes de fijarse. Mientras esto se daba, cada semana recibían una nueva carta llena de poesía, sensualidad y erotismo para mantener encendida su pasión e interés de conocerlo, era acompañada de una flor.

Pasado un tiempo, el autor de esos cada vez más intensos libros, quiso probar del néctar de la sexualidad que nunca se permitió experimentar con alguien, y fijó fechas para sus encuentros con aquellos compradores que deseaban desvelar su verdadera identidad, con la condición bajo juramento legal de que jamás la revelarían a nadie, y si lo hacían serían despojados de todos sus bienes materiales, incluyendo su honra, siendo avergonzados públicamente. En un pequeño pueblo, esto era como la muerte.

La casualidad quiso que todas fueran mujeres bellas, jóvenes, preparadas e independientes, muy ansiosas por amarlo. Con cada encuentro y la promesa de que si querían más, debían cumplir el trato de no revelar su identidad, logró seguir siendo anónimo y disfrutando de los placeres que con tanta imaginación, delicadeza y virilidad, sabía plasmar en sus libros. 

Las noches se le iban en amoríos fuertes y apasionados con esas mujeres, se volvió insaciable al igual que ellas, y se durmió en sus laureles. Algo muy importante se le escapó de las manos y de la mente, su don tan especial para este tipo de escritura erótica fue perdiendo el ritmo frenético de su narrativa, y también el interés de escribir. Era como si al saciarse cada noche en vivo y directo, se desvaneciera su ardiente pasión y las ansias por crear escenarios imaginarios en los que la mente ardiera como un volcán en erupción y el lector, se sintiera tan satisfecho como si lo estuviera viviendo.

Poco a poco se fue desmejorando su aspecto, perdió el interés de escribir. Se dio cuenta de que no le quedaba nada de pasión en el cuerpo ni en el alma para ofrecerla, ni siquiera a esas mujeres que esperaron toda su juventud por ese hombre que las amara como habían soñado al regalarle su virginidad.

Una mañana fría lo encontraron en el portal de su residencia, a medio vestir, moribundo, con flores marchitas en su alrededor y todos sus libros esparcidos. La mirada fija al cielo, una leve sonrisa y en su mano izquierda un sobre lacrado a mi nombre. 

SOLO YO, supe lo que decía. Y agradezco enormemente su legado.


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

20 comentarios:

  1. Muy buen relato y muy original. El planteamiento agarra desde el principio. Porque no participaste? Se pasa de 900?
    El escritor tenía ( o sufria) una transferencia de pasión y vigor entre los literario y lo fisico, y claro, a las dos no las podía alimentar. Las amantes se supone que se enteraron de quesera una de tantas y eso fue su perdición. Un viagra literario le hubiera ido bien: musaprofeno; porque si no sientas la llama al final se apaga, el alimento eran los poemas.
    Que yo haya leído por ahí, Maite, tu, y yo hemos acertado 5 ¿sabes de alguien con más?
    Yo a ti te atribuí el 11 que ha ganado tintero, eh?
    Abrazoo y felices vacaciones, si haces

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    1. Gabiliante, muchas gracias por venir y dejar tu buena impresión del relato.
      Nunca me han gustado los concursos, prefiero mantenerme al margen de ellos.
      Me gusta la manera en que lo resumiste, es una buena óptica de la trama y el final. Y como de costumbre, te sale siempre el humor a flote con ese viagra literario, ja, ja. No se decirte si acertaron mas de cinco.
      Hay mucha maestría literaria en el de Merche, yo apenas hago pininos, pero gracias. No hago vacaciones, aquí siempre es verano, que lo pases bien.

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  2. ¡¡Idalia!!
    Me quedé flipando cuando vi que habías sido tú la escritora de este cuento!! Jajaja, de veras...
    Pensaba que sólo un hombre coladito por el sexo débil podría tener esta idea del paraíso de mujeres, jajaja... y bueno... estaba muy intrigada...
    Ya se ve que no podemos tener ideas prefijadas en la mente. :)
    Me parece buenísimo. Enhorabuena. La saciedad, los extremos, tienen eso, dejan sin energía para lo verdaderamente importante, que en este caso fue ¡su propia inspiración!
    Bravo, eres mágica en todos los sentidos, por eso sorprendes.

    Yo también puse uno al final, recayendo en el vicio,jjaja, rompiendo mi descanso. Lo tienes en el blog que no se actualiza, en mi perfil.

    Un grandísimo abrazo!!

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    1. Maite, también tu me sorprendiste, un día antes de la gala fue que entre al Tintero y ví que había otro relato fuera de concurso. No me esperaba que volvieras a escribir por tu receso y me dije seguro no lo publica, gracias por avisarme, allá iré.
      Me alegra que te sorprendiera y te gustara el relato, me gustó la propuesta, me senté a escribir y salió esto. Tuve que hacer malabares para quitar el exceso de palabras, hasta que logré quedar conforme.
      Gracias por tus generosas palabras querida Maite, que sigas estando bien, un fuerte abrazo.

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  3. Hola, Harolina, sí, las musas nos llevaron a las dos por textos subidos de tono, jeje. Quizá el anónimo nos dio alas, aunque ahora salgamos a la luz. Espero que no nos pase como al protagonista de tu relato y acabemos igual, sin nada que contar por haberlo dado todo. Me gustó mucho cuando lo leí en el blog del Tintero y suponía que era tuyo por eso de no querer concursar. El final me dejó KO, esa carta que dejó puede revelar muuuuuchas cosas. ¿Habrá segunda parte? Necesito saber qué decía, jejejeje.
    Un abrazo. :)

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    1. Hola, Merche, pues sí que sí, que nos pasamos un poquito de lo acostumbrado, pero es que particularmente yo, me siento sin una idea clara a escribir, casi siempre se escribe la primera línea y de ahí arranca una historia que no había imaginado siquiera, las manos se van solas, eso me pasa con frecuencia. Como quería despistar y salir de mis sermoneos acostumbrados, esta vez parece que las musas y el veto femenino sufrido por siempre, salieron a tomar el control sin controles, ja, ja.
      Me has hecho reir de lo lindo con tu comentario, no creo que acabemos vacías, al contrario, abrimos una brecha de escape que quizás estaba taponada, ja, ja.
      Sabes, cuando le envié el relato a Bruno con mis especulaciones de los autores, me dije, este relato no lo publicaré en el blog, no es de mi línea reflexiva, pero luego leí la gala y me dije, ¿porqué no? este también es un hijo mío y del blog, no voy a discriminarlo, y aquí tiene su lugar aunque me pique un poco la vergüenza. A mis 65 y todavía con recato. Creo que lo más atrevidamente sensual que he escrito fue el relato en homenaje a "Desayuno con diamantes", que titulé "Las perlas de mi vida", pero este tenía contenido reflexivo. ¡Ay! Esa educación recibida que nos ha puesto tantas trabas...

      Tengo en la mente lo que me pides, lo visualicé pero se pasaban las palabras, alrededor de esa carta hay una pequeña historia, veré si subo esa segunda parte y te aviso cuando lo haga. Mil gracias Merche, la verdad es que ha sido una pasada este reto tan diferente por el secretismo, ja, ja. Otro abrazo.

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  4. Hola Harolina!
    Me ha gustado mucho tu historia, con la emoción hasta el trágico final. Lástima que a este escritor anónimo se le acabara la inspiración y el interés por culpa de la propia experimentación! Sus seguidoras perdieron al escritor aunque finalmente pudieron descubrir al amante! Un abrazote!

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    1. Hola Marifelita, me alegra que te haya gustado la historia, lo has resumido a la perfección. Agradecida de tu visita y comentario. Otro abrazo.

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  5. Un relato muy original, lleno de sensualidad, con un cierre muy intrigante respecto al contenido de esa carta. Al final todo tiene un precio, ¿verdad?, y el escritor perdió la inspiración a costa de tanta pasión. Estupendo, Harolina. Muy buena propuesta para el reto anónimo.

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    1. Hola Marta, muchas gracias por tan alentador comentario, viniendo de una escritora de tu talla se suben más los ánimos para seguir escribiendo relatos y micros e ir mejorando de a poco.
      Y sí, todo tiene un precio, a veces ni pensamos si estamos dispuesto a pagar el verdadero valor de las cosas y el giro que dará a nuestra vida conseguirlas.
      Gracias de nuevo por la visita y valoración. Gratos días por venir.

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  6. ¡Hola, Idalia!
    Has creado una historia que intriga desde el primer párrafo, con ese pueblo vibrante y sus mujeres solteras, radiantes de vida y misterio, marcadas por esa flor en el cabello que parece guardar un secreto compartido. La atmósfera que construyes, entre lo cotidiano del pueblo y el aura enigmática del escritor anónimo, es simplemente fascinante. El personaje del escritor, con su seudónimo EDAS y su vida recluida, es un enigma que atrapa. Me encanta cómo juegas con el contraste entre su soledad física y la pasión desbordante que plasma en sus escritos, encendiendo los corazones de sus lectoras. La idea de las cartas personalizadas, con poesía y promesas de citas secretas, añade un toque de romanticismo prohibido que hace que el relato sea adictivo. Es como si cada flor entregada fuera un latido de su propia pasión.La evolución del escritor, de un creador apasionado a alguien consumido por sus propios deseos, es un giro melancólico y profundo. Esa imagen final, con él moribundo rodeado de flores marchitas y sus libros esparcidos, es poéticamente devastadora. Logras transmitir la fragilidad de la pasión cuando se desvía de su propósito original, y ese sobre lacrado al final deja un halo de misterio que invita a imaginar mil historias más.Tu estilo es envolvente, con una narrativa que fluye como un susurro seductor, pero también con un trasfondo reflexivo sobre la creación, el deseo y el precio de la fama oculta. Muchos besos hasta El Caribe querida amiga.

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    1. ¡Hola, Miguel!

      Te leo el comentario y te vuelvo a decir que como guionista de películas serias genial querido marciano.
      Creo que te gustaria visitar ese pueblo, hay chicas para todos los gustos allí, ja, ja.
      Bueno, ya en serio, me has dejado sin palabras con tu fabuloso comentario, elocuente, explícito, fascinante... Agradezco muchísimo tu desgloce, es que me muestra lo mucho que disfrutaste leerlo y desde luego me hace sentir satisfecha de salirme de mi rutina y ruta acostumbrada.
      Me gusta eso de que el final de para muchas historias más, a mi me pasaron por la mente algunas, pero tengo una definitiva, quizás haga esa segunda parte para revelarla.
      Todo tu comentario es un generoso y muy placentero regalo, pero ese trasfondo reflexivo que le has señalado, me deja muy sonriente y complacida, al pensar que talvez no he sido tan perversa al escribirlo, ja, ja.
      También te dejo muchos hasta tu "ahora caluroso" Madrid y mil gracias por ser tan marcianamente generoso.

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  7. Estupendo relato IDALIA! Muy muy bueno en la trama, aunque su desenlace haya resultado tan inquietante , como sorpresivo! A ver.. por favor, no nos dejes así .. ¿ qué decía la nota? ¿Era un sátiro o un fauno? jajaja … Quizá ninguna de las dos cosas y sólo un insatisfecho embaucador? Sea como fuere, tremendamente misterioso y enigmático este personaje tuyo, más que excéntrico, parece que poseía un extraño poder casi magnético con sus palabras, que convertía en vestales a sus lectoras ( esta parte la has bordado.. jaja increíble y lleno de ingenio este inicio, lástima de tanta mujer valiosa desaprovechada … jajaja o lo mejor este hombre absorbía su esencia, de ahí que estuviera rodeado de flores marchotas ... hasta consumirse por sobresaturación.. jaja No lo sé, siempre dejas a mis pobre neuronas haciendo contorsionismo intentando alcanzar comprender tus siempre interesantísimas palabras que pocas veces soy capaz de traducir bien ... en fin, preciosa, me rindo ; ) Mil gracias por este ratito… gracias por tus visitas a mi cripta jaja los calores veraniegos aquí ( ahí vuestro templado invierno; ) seguramente me sigan manteniendo alejada oficialmente de los blogs, aunque de vez en cuando os haga visitillas a mis enchufad@s jaja.. aunque cada vez es más difícil elegir, porque esto es como un confitería todo rico aquí… un besito lleno de cariño y agradecimiento hasta la vuelta!

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  8. Hola María, gracias por venir a esta ventana siempre calurosa del caribe, aunque ha estado lloviendo un poco, cosa que no te hace mucha gracia ¿verdad?, ja, ja.
    Me gusta más la idea de que sea un fauno, ja, ja. Pero en realidad era un hombre inseguro (con respecto al sexo opuesto), huraño y esquivo nada más, que se complacía con imaginar y escribir lo que no se atrevía a hacer y pedir.
    Lo de vestales era relativo, más bien huían de la monotonía matrimonial. Las lecturas eróticas las excitaban más que una vida sumisa y conservadora. Las flores marchitas se debe a las flores que les enviaba en sus cartas, que eran frescas pero como toda flor, terminan marchitándose, un metamensaje para excitarlas más y que accedieran a la cita cuando las requiriera.
    María, me has hecho reír mucho con eso de tus neuronas haciendo contorsionismo, ja, ja, y sí que sé que no soy todo lo necesariamente clara al hablar, pero juraba que al escribir lo era, ja, ja.
    Yo muy agradecida de tus visitas y saber que sigues bien y ya tienen el verano encima, aquí el verano es casi eterno, ja, ja. Julio y agosto son el

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  9. Son el infierno. Con solo pensar en esa palabra las manos tomaron un curso errático y dieron a publicar, ja, ja, lo iba a borrar y reescribir, pero si así sucedió, así se queda. Besos y abrazos cálidos para ti María.

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    1. jajaja noooo , mi querida IDALIA , mi problema al leerte no es por falta de claridad , que la tienes , es pura exceso de profundidad , ni buceando se te llega, no hay más q ver todo lo q me has explicado en esta tu estupenda traducción del texto, q te agradezco así q , mil gracias siempre a ti y sí jaja cuando quieras cambiamos mi lluvia eterna, por tu cielo azul , un besito cielo !

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  10. Hola Harolina, que buen relato.Intriga desde el comienzo. Los poemas el alimento necesario para plasmar aquello que deseaba pero no se atrevía.
    Un abrazo 🤗

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  11. Hola Dakota, muchas gracias por venir y dejar tu impresión del relato. Gratos días de verano, otro abrazo.

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  12. Ay, mi preciosa Idalia. Qué relato, pero qué RELATO, así en mayúsculas.
    A ver, a ver… por dónde empezar. Primero de todo, es un registro que estoy segura que nunca te he leído, así que a primeras generas sorpresa, no solo por lo bien que se te da adentrarte en la personalidad del sujeto, sino por la imagen que se va formando. Hasta nos dejas preguntas, ¿es posible que solo podamos ser buenos en un escenario? Es decir, en este caso el pobre debía escoger entre la escritura y la vivencia. Como si ambas pasiones fueran imposibles de compartir y no pudieran darse la mano, solo hay que ver como termina. Llega un punto de total desgaste en el que simplemente no queda nada por aportar, solo con imaginarlo, da terror.
    El protagonista te lo imaginas con ese tipo de control mental, que juega con los demás creando expectativa, quizás sea justo eso, que el juego terminó consumiéndolo. Porque no era él mismo, solo una imagen creada para la incertidumbre y la adoración. Ellas me parecen un total grito al feminismo, a la autosuficiencia, es como si dijeran, no necesitamos más que quienes somos, pero eso no quiere decir que rehúsen de otras necesidades.
    Y después nos dejas con una incógnita, qué legado, un hijo, ¿varios? Ja, ja, ja. Porque la posibilidad podría ser esa. Bueno, bueno, no nos puedes dejar con esta duda. No, por favor, ja, ja, ja.
    Fantástico. Una maravilla.
    Muchos besos.

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  13. Desde la primera línea me atrapó esa atmósfera de realismo encantado, con sus mujeres lectoras, flores en el cabello y un escritor envuelto en misterio. Has tejido una historia sensual y melancólica a la vez, con una idea brillante: lo que dio vida a su escritura fue lo mismo que la consumió. El contraste entre el deseo idealizado y la pasión real se plasma con mucha sensibilidad, y el final… simplemente memorable. Esa imagen de los libros esparcidos, las flores marchitas y el sobre lacrado sigue flotando en mi mente.

    Un relato que deja marca, y que, como bien decías, quizás pida una segunda parte. Pero con este cierre, ya se ha ganado un rincón entre los que uno relee con una sonrisa extraña en los labios. Enhorabuena, Harolina.

    ¡Un abrazo, compañera!

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