Arribamos a un nuevo año con ilusiones y esperanzas de que sea siempre mejor que el anterior, por muy bien que nos haya ido. Así que imaginen, si no nos ha ido tan bien, como esas ilusiones y esperanzas se acentúan con más ganas, como una tabla de salvación en medio del mar...
En mi caso, también arribo en unos dias a un año más de vida, los que me leen con frecuencia lo saben. El ocho de enero cumplo años, y el año pasado, el ocho de febrero, recibí un bello y grandioso regalo, un nieto.
Por eso quiero empezar el 2023 compartiendoles unas fotos de Malik, mi nieto, para celebrar mi cumpleaños sesenta y tres y sus once meses de vida, que han sido maravillosos para mí, en los que he tenido el privilegio de estar a su lado y disfrutarlo casi a diario, adoro a ese bello niño.
Bendita sea su vida y su existencia, que esté plena de salud y dicha eterna.
Aquí posando conmigo, y con mi hija Viola Milagros, su madre.
Otra cosa que algunos de los que me leen con frecuencia podrían recordar, es que hace unos años (cuatro), perdí un hermano, Teófilo, al que le dediqué en su momento una entrada del blog, aquí el enlace
Esto lo traigo a colación porque en un sueño reciente, recibí un mensaje en forma de frase supuestamente usada mucho por mi hermano, pero él nunca la pronunció, ni la había escuchado antes, así que la tomé como lo que fue, un susurro de su alma queriéndome decir algo, que para mi bienestar descifré enseguida, y lo agradecí en el alma, aquí la frase:
“Si tu alma dormita, mécete despacio”.
Y sí amigos, mi alma lleva un tiempo dormitando y yo no estoy en sintonía con ella, la quiero llevar a mil, cuando lo que desea es calma, por eso ese cansancio físico y álmico que estoy sintiendo últimamente.
Es tiempo de desacelerar los motores y respirar serenidad, de dejar que los demás asuman sus roles, tienen la fuerza y sabiduría interior para hacerlo, y a mis hijos, para eso los preparé y debo confiar en que están listos, y si no lo están, ya saldrán a camino como lo hice yo en su momento...
Ahora es tiempo mío, de Ser en totalidad Yo, sin interferencias externas, de soltar amarras, y nunca mejor dicho, la familia crea lazos irrompibles, pero hay que darles hilo como a las cometas, y hacerles ver que pueden llegar muy lejos aún les suelte el hilo.
Quiero y deseo seguir estando ahí para lo que me necesiten, pero de observadora y referente, como el árbol que cobija y da sombra pero dentro de sus límites, no más allá. O como un libro de consulta, del que no se espera más que la brecha para abrir la propia sabiduría interior, y se vuelve a dejar en su lugar habitual.
Quiero y deseo seguir escribiendo y dedicarle tiempo a compilar ese libro de mis entradas del blog en sus diez años que serán en julio de este 2023.
Quiero y deseo con todas las fuerzas de mi Ser, evolucionar lo suficiente para poder trascender de este plano terrenal y no tener que volver a él en ninguna otra vida. Dejar de ser Yo, esa diminuta partícula, para volver a formar parte de ese todo universal que en su momento soltó el hilo para dejarme volar y así poder trascender.
Sé que ya llevo demasiadas vidas aquí, mi alma es muy vieja en estos predios y cada encarnación va dejando huellas y cicatrices que duelen y sangran, como un recordatorio de otros tiempos y de lo que tengo que solucionar en esta vida actual si no quiero regresar.
Quiero y deseo que el 2023 sea el mejor año de todos, para todos, en el que podamos por fin dar a luz a esa felicidad auténtica que una vez tuvimos y a la que aspiramos todos.
Hace un par de días escuché que el 2022 fue un año de <retos>, y que el 2023 es un año de <consciencias>, y esa es precisamente la percepción que tengo, por eso afirmo que será un buen año, decisivo para los verdaderos cambios esperados para el bien de la humanidad.
Para terminar, quiero hacer mención y agradecimiento especial a varias personas que he conocido en estos predios y que son seres muy especiales para mí
Mila Gómez, Emilio Fernández, Miguel Pina, Julia C. Cambil, Estrella Amaranto, David Rubio Sánchez, Marina Collado, Emerencia Alabarce, Federico Rivolta, Euri Mérida…
Ellos entre otros más (algunos ya no están) que también han hecho esta experiencia bloguera muy interesante, divertida y sinigual.
GRACIAS AMIGOS, por su grata compañía y porque me han ayudado a crecer, y a creer que este medio virtual, es también muy positivo.
Aunque parece una despedida, espero que no lo sea aún. Solo sigo mi guía interior y escucho el susurro de mis musas, que les están muy agradecidas a todos por su presencia y existencia y me piden que se los haga saber.
VENTUROSO Y MUY POSITIVO 2023, CON BUENA SALUD, EN AMOR Y SERENIDAD.
I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente.
Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.
Quise añadir esta imagen con el poema que me obsequió Iñaki Zaratiegui a raíz de esta publicación. Gracias Iñaki.