El 2021 sin dudas que entró por la puerta grande, el muy esperado por todos, al que se le tendió una alfombra roja a muy alto precio, con lágrimas de sangre, y dolor de muchas ausencias…
Fue recibido con los mejores deseos de cambios para bien colectivo, y con un grito al unísono de !SALUD!
Esto porque el 2020 nos ha obligado a limpiar la casa interior, y abrir de par en par todas las ventanas del olvido, para ventilar las culpas y nuestras indiferencias, y para recomponer muchas almas rotas.
Ahora, sabemos apreciar nuestra salud, la familia, los amigos, la solidaridad y el trabajo colectivo, todo esto por encima de lo banal, y aprendimos a prestarle más atención y cuidados a nuestros semejantes, a la naturaleza y a toda la vida que nos rodea.
El 2020 nos ha enseñado a valorar con creces un abrazo, una sonrisa, un buen apretón de manos, un beso...
Me parece que esa será la nueva consigna a tener en cuenta, la clemencia, ya que antes no sopesamos su ausencia, ahora valoraremos con creces nuestro error y seremos clementes ante el dolor ajeno y ante toda adversidad de la vida, pues constatamos que ningún lugar esta lejos, somos un mismo pueblo llamado humanidad, y en ninguna parte estamos a salvo.
El 2021 nos dará esa brecha de optimismo para tomarnos el pulso y ver qué tanto aprendimos y qué tan conscientes nos hicimos...
Pero ojo, ante cualquier indicio de olvido y de volver a lo mismo, no habrá perdón ni vuelta atrás, pues será nuestro propio accionar, quien nos sepulte bajo el barro sin piedad.
Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/opiniones/correo-de-los-lectores/sopesando-los-hechos/
Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.
Como es ya costumbre estupenda tu reflexión, me parece que es una excelente invitación la que nos haces a sopesar los hechos; de primera impresión parecería algo sencillo y cargado de inmediatez, pero al leerte me percato que la invitación es a un ¨evento formal¨y por todo lo alto; nos estás invitando a sopesar los hechos de nuestra historia como colectivo humano y lo más importante: a revisar y aceptar la cuota de responsabilidad de cada uno en particular, esa que acumulamos durante los años de inconsciencia por los cuales estamos afrontando las consecuencias.
ResponderBorrarClemencia... me parece que es una palabra que está casi en desuso y creo que es porque la clemencia no se limita al sentimiento, incluye indefectiblemente la práctica, esa que no aplicamos antes ni al planeta ni a nuestros semejantes.
Gracias mana por llevarnos a caminar por el callejón de los espejos donde mi reflejo es visible a cada paso y me puedo dar cuenta que efectivamente ningún lugar está lejos y ningún dolor me es ajeno y al mismo tiempo permite ver el reflejo de los otros, ver que todos juntos, con una consciencia transformada y renovada, con valentía y optimismos nos hemos adentrado en el callejón de los 2021 espejos apostando por un mundo sano y un futuro de luz y de amor genuino, clemente, empático y solidario.
Gracias por tu luz, gracias por tu amor, gracias por ser Tu!
Mil gracias querida Milli, me encantó el comentario pues la inspiración recibida y el aporte reflexivo que dejas te ha quedado genial y muy certero.
BorrarGracias a ti querida hermanita por sacar a relucir ese callejón de espejos, en el que odiamos transitar para no vernos reflejados, pero que nos resulta inevitable, pues nos persigue por todos lados, mostrándonos nuestro accionar, queramos verlo o no.
Sigamos creciendo juntas...
¡Hola, Idalia!
ResponderBorrarRecuerdo el principio del 2020 que fue saludado con alegría por ser un número tan hermoso y redondo. Pero como bien sugieres la naturaleza no entiende de números y nos azotó con una plaga de dimensiones bíblicas. Y aunque el 2021 se ha sentido como el año de la esperanza de momento se queda en eso. La plaga se adapta, se transforma y ataca con más fuerza en muchos países en los que parece no hemos comprendido nada.
Ojalá al final del 2021 la pesadilla haya quedado atrás. Solo nos queda el optimismo porque la realidad es muy dura.
Un gran abrazo hasta el Caribe.
!hola Miguel!
BorrarGracias por tus huellas, siempre valoradas amigo.
Solo comentar que en realidad no fue la naturaleza quien nos azotó, nosotros la azotamos despiadadamente a ella, y este 2020 nos ha puesto a pensar en ello, es el resultado de nuestros actos lo que hemos recibido de vuelta.
Ojalá y el 2021 nos devuelva nuestra hermosa humanidad, caracterizada por el respeto y el amor a la vida, la dejamos perder y será nuestra responsabilidad recuperarla, como dices, al parecer no hemos comprendido nada, pero demosle algo mas de tiempo al tiempo, el 2021 recién empieza y viene afectado también del virus de nuestra inconsciencia.
Otro gran abrazo para ti chico marciano.
¡Hola, Idalia! Como alguna vez he comentado, no es el mundo, somos nosotros. El mundo es así, un meteorito extinguió a los dinosaurios, pero permitió que unos pequeños mamíferos evolucionaran hasta el nacimiento del Homo Sapiens. Enfermedades siempre hubo, y gracias a ellas nos hicimos fuertes. Desesperanza, esa es la palabra maldita que no nos lleva a ninguna parte, nos paraliza, nos hace pequeños, nos reduce a quejicas a la búsqueda de cualquier justificación para no salir de mediocridad. Somos nosotros los únicos dueños de nuestros actos y de nuestro ánimo, somos nosotros los únicos que podemos levantarnos tras la caída, somos nosotros los únicos que podemos ver el sol escondido tras las nubes. Somos nosotros los únicos que sabemos que mañana será otro día. Excelente mensaje de vida para este año que seguro será fantástico si cada uno de nosotros pone el empeño y la voluntad en que así sea. Un fuerte abrazo y espero que te encuentres más recuperada
ResponderBorrar!Hola David!
BorrarGracias por el mensaje positivo y alentador, además de concienzudo que nos dejas.
Revisemos nuestro accionar y la manera de interpretar las cosas, tenemos todo el potencial para revertir los daños, para superar las crisis, para cambiar nuestra vida, es cuestión de querer hacerlo y apegarnos menos a las zonas de confort y al ego dañino.
Gracias por tu tiempo y las palabras David, te dejo otro fuerte abrazo. Y si, ya estoy casi recuperda por completo, gracias amigo.
Siempre digo que nos ha tocado vivir en un planeta realmente hermoso, un lugar en donde todo encaja como un reloj de precisión, un lugar en donde nada sobra,... salvo quizás nuestro empeño en cargarnos el lugar donde vivimos.
ResponderBorrarQuizás no esté todo perdido...
Quién mejor que Norte para dar fe de esa belleza de nuestro planeta, un viajero observador y sensible, conocedor de tantos lugares grandes y tantos pequeños rincones del planeta.
BorrarQué bien lo has expresado "un lugar en donde todo encaja como un reloj de precisión, un lugar en donde nada sobra..." solo nuestro ambicioso y desconsiderado ego.
Gracias Toño, no todo está perdido, aún estamos a tiempo, sigamos colaborando para que no sea lo contrario.
Un abrazo y que sigas disfrutando el fin de semana.
Por supuesto, la bienvenida a este año 2021 ha sido con alfombra roja y un grito al unísono de "salud", como muy bien expresas.
ResponderBorrarEl año pasado nos ha enseñado a modificar nuestra escala de valores, inclinándose el platillo de la balanza hacia los valores humanos y de carácter espiritual, de lo cual me alegro.
La naturaleza no debe ser entendida desde el punto de vista egoísta y mucho menos que esté en manos de corporaciones y gobiernos mercantilistas que solo obedecen a la pura especulación sin que la justicia ponga límites y condene dichas explotaciones naturales, al contrario, los gobiernos son cómplices de tanta manipulación y engaño a la población que contribuye a hacerles más ricos.
Sí, como dice un sabio refrán: "A mal tiempo, buena cara".
Como siempre, mi querida amiga Idalia Harolina, te agradezco tu inagotable esfuerzo a la hora de ofrecernos atractivas y sabias reflexiones.
Un gran abrazo desde el fondo de mi corazón y que tu voz siga presente en nuestro largo camino hacia la Luz.
Muchas gracias Estrella por tu visita y tu tiempo y por tus palabras reflexivas apoyando la publicación.
BorrarSeguimos en pie tratando de dar ayuda desde nuestra consciencia y guía interna.
Te dejo otro fuerte abrazo, gracias por estar y ser querida.
He leído el comentario de tu hermana, me ha parecido magnífico y un excelente complemento a tu sabia reflexión, Harolina. Se dice si hemos aprendido lo suficiente, e incluso algo..., yo creo que si. Al menos a valorar lo que antes teníamos tan a mano y el 2020 nos, ¿arrebató? esos abrazos y otras muestras de cariño, tal vez ahora cuando ofrezcamos amor sea en la forma que sea, lo hagamos desde el corazón y no por el simple hecho de hacerlo.
ResponderBorrarEsta consigna de la que hablas y a tener en cuenta: La Clemencia, va siendo hora de practicar en serio, pues la Naturaleza nos ha dejado claro que el planeta es de todos por igual, y ya no le valen ni culpas ni otras negatividades. Todos estamos dentro del mismo saco y nos tenemos que poner las pilas ¡ya! para que no se repita.
Amiga, creo que he dicho mucho de lo que has dicho tú, pero coincido en tu parecer de ver las cosas. Hagamos que el 2021 sea digno del 2020.
Gracias, querida.
Que tengas una estupenda semana, llena de bendiciones.
Así es querida Mila, ha sido un aporte muy valioso el de ella.
BorrarYa se verá si en realidad aprendimos algo de todo este acontecer que ha dejado el 2020, los días seguirán pasando y cada vez se pondrá a prueba nuestro aprendizaje, esperemos que la mayoría recapacite, aunque haya sido a fuerza de engaños, de exceso de fuerza y poder, y porqué no, también a fuerza de miedo a morir, si al final resulta que valoramos todo eso que ignoramos y despreciamos por tanto tiempo, habrá valido la pena, y esta vez si cabe bien la expresión, porque las penas han sido muchas.
Gracias querida Mila por tu presencia y el regalo de tu tiempo y tus huellas.
Feliz semana también para ti amiga, besos.
Hola, Harolina.
ResponderBorrarEs verdad dentro de todo lo malo que ha sucedido en el 2020, nos hemos visto recompensado por una clase de enseñanza (a las malas), pero de conductas básicas que de algún modo la sociedad iba perdiendo. También me doy cuenta que como en todo, hay quien aprende y el que por razones totalmente egoístas sigue igual o peor. Ya se dice que ante una crisis las verdades afloran. Aunque también nos ha hecho darnos cuenta de otras como el conocimiento de lo insignificantes que en realidad somos, y el miedo que eso acarrea. Espero de verdad que todo esto que nos ha pasado y sigue ahí, nos haga abrir los ojos, y ser verdaderamente justos y compasivos, y sobre todo que aprendamos la lección, somos muy vulnerables. ¿Qué nos queda? El saber que sin egoísmo recibimos más, y esto es un auténtico toque de atención para cambiar.
Un fortísimo abrazo.
!Hola Irene!
BorrarGracias por las huellas y ese mensaje reflexivo que dejas, muy acertado todo eso que expones.
Espero de corazón que hayamos aprendido las lecciones y valoremos el amor y el respeto y la vida en general, pues como bien dices, quedo bien claro lo vulnerables e indefensos que somos, ante un ser vivo tan pequeño, ¿A dónde se fue nuestro aire de grandeza?
Huy, para pensarlo bien..., como dices, "esto es un auténtico toque de atención para cambiar".
Te dejo otro fuerte abrazo querida Irene
El 2020 nos ha servido de gran aprendizaje a todo el mundo de una u otra forma. Perdimos lo que siempre tuvimos a nuestra disposición y no supimos valorar. Deseo fervientemente que la humanidad recuperemos todos los valores perdidos por el camino y tengamos en cuenta siempre que, como bien dices, somos parte del mismo pueblo llamado HUMANIDAD y que nos respetemos y amemos como tal sin discriminaciones, odios, rencores, egoísmos, codicia y malas intenciones.
ResponderBorrarUna vez más nos dejas una gran reflexión en tus sabias letras querida Harolina. Un enorme placer reflexionar contigo.
Abrazos con todo mi cariño y mis deseos de que sigas disfrutando de una magnífica semana.
Marina, gracias por pasarte y por las palabras que dejas impresas, impregnadas de esos buenos y necesarios deseos.
BorrarSigamos extrayendo lo positivo de nuestras experiencias de vida, cada una ha dejado un aprendizaje aleccionador.
Sigue cuidándote mucho querida amiga. Que pases bien el fin de semana, te dejo un fuerte abrazo.