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miércoles, 22 de abril de 2020

Tierra, Marte,...

El planeta Tierra es un ser vivo, compuesto mayormente por el océano, ese gigante azul que viene a ser el corazón del planeta, el que irriga toda la vida que hay en él. El fondo marino es el cerebro. 
El suelo es la columna vertebral,  sus montañas, valles, rocas, ríos y toda la vegetación existente son la cabeza y el tronco de este paraíso, sus entrañas profundas son la médula y contienen el ADN del planeta. El aire con su preciado oxígeno es el aura. 


Los humanos y los animales somos las extremidades, la parte móvil y desplazable, no estamos fijos al suelo, y al parecer no es vital nuestra presencia o existencia, pues ya han desaparecido muchas especies y otras están en vías de extinción, y hasta los humanos corremos mucho peligro hoy día. Lo que si es vital al parecer es la Luna, que vendría a ser el marcapaso de ese corazón que es el océano.

Si nos pusiéramos en el lugar de cada componente del planeta, y tratáramos de ser empáticos y sentir lo que cada una representa, sentir su conexión con el planeta y con todos sus componentes, abrazando cada latir del océano, cada ola, cada viento, cada copo de nieve o gota de lluvia, cada montaña, roca, árbol, cada correr del río... y cada animal y su respectiva especie, quizás entenderíamos de una vez por todas, cómo comportarnos frente a la vida y su libre fluir, y cómo manejarnos mejor como especie privilegiada que autoproclamamos que somos, respetando el lugar sagrado que pisamos. 


Quizás así no llegaríamos a Marte o a cualquier otro planeta (que también es un ser vivo) a depredarlo, con la excusa de colonizarlo como hemos hecho con La Tierra. No se de dónde venimos, pero algo me hace pensar que no pertenecemos a este bello planeta, quizás hemos andado de galaxia en galaxia, perdidos, buscando mientras un lugar que echar a perder y arruinar. Definitivamente los humanos somos animales depredadores, escudriñadores por naturaleza, llevamos el instinto de insatisfacción y destrucción en las entrañas, y la verdad es que no me explico el por qué, quizás sea precisamente por eso, estamos hace miles de años nerviosos, asustados y extraviados. Tal vez esta situación actual nos ayude a descifrarlo...

Nunca había leído el libro “Crónicas Marcianas” de Ray Bradbury, ni siquiera lo conocía, lo he leído por la iniciativa literaria que se planteó en el blog de David Rubio Sánchez y más que todo por la interesante biografía que compartió del autor, a quien considero un visionario, más aún, un clarividente de un futuro que actualmente estamos viviendo (los avances tecnológicos y los viajes a Marte, y quién sabe si también su secreta colonización). Recomendaría su lectura a cualquier persona que quiera ver más allá de lo que somos y podríamos llegar a ser, a quien quiera hurgar más allá de las dudas que afloran en la piel y las interioridades del Ser, y más allá de lo dañinos que hemos sido con el planeta y podemos llegar a ser en otros planetas.


En una de sus crónicas “Aunque siga brillando la luna”, Ray Bradbury escribe lo siguiente:

“El animal no discute su vida, vive. No tiene otra razón de vivir que la vida. Ama la vida y disfruta de la vida”.
Según él, la respuesta a la pregunta ¿para qué vivir? Es la vida misma, no hay que buscar nada más, solo vivir.

Otra frase que me gustó de esa misma crónica dice así:
“La ciencia no es más que la investigación de un milagro inexplicable, y la religión es la interpretación de ese milagro”.

Sin querer ofender la memoria del autor, le agregaría lo siguiente:
Y el hombre necio y soberbio, es ese Ser que desvirtúa ese milagro tratando de explicarlo.

Jeff Spender, el personaje principal de esa misma crónica, que intuyo el autor debió parecérsele mucho, por lo diferente que era este de los demás de su especie, motiva al personaje secundario, el capitán Wilder, a hacerse una pregunta que me ha llamado mucho la atención, quizás porque también me la he hecho a mí misma; es la siguiente:
 “¿Es posible que un hombre tenga razón, aunque el resto del mundo opine que ellos tienen razón?”

Otra interesante crónica es “Encuentro nocturno”, en la que narra el encuentro de un terrícola con un marciano, dejándonos unas enriquecedoras interrogantes:
¿Seremos nosotros reales o solo producto de la imaginación de alguien más? ¿Pertenecemos al pasado, al presente o al futuro? ¿En realidad existimos?...

Sus mensajes son contundentes y nos llevan a reflexionar, en una de sus crónicas “El marciano”, nos deja ver que los recuerdos pueden desvirtuar la realidad, y que cada quien añora tener lo que ya no tiene, y ve lo que desea ver, aunque sepa que se está engañando, lo prefiere a enfrentar la realidad. 

“El picnic de un millón de años” su última crónica, encantadora y vibrante, de ella resalto un extracto donde deja ver claramente su acertada visión del futuro, que es muy parecido a nuestro hoy. 
“La vida en la Tierra nunca fue nada bueno. La ciencia se nos adelantó demasiado, con demasiada rapidez, y la gente se extravió en una maraña mecánica, dedicándose como niños a cosas bonitas: artefactos, helicópteros, cohetes; dando importancia a lo que no tenía importancia, preocupándose por las máquinas más que por el modo de dominar las máquinas. Las guerras crecieron y crecieron y por último acabaron con la Tierra”.

Más revelador no puede ser, aunque no existía aún el celular, bien que encaja entre esos artefactos...

En su crónica “Vendrán las lluvias suaves”, que me hizo recordar los dibujos animados “los supersónicos”, por tanta modernidad artificial, plasma un hermoso, y diría que visionario poema de Sara Teasdale, escrito a raíz de la primera guerra mundial. Aquí lo dejo sobre el tapete para finalizar esta entrada.


Vendrán lluvias suaves

Vendrán lluvias suaves y olores de la tierra,
Y golondrinas que girarán con brillante sonido;
Y ranas en los estanques, cantando en la noche,
Y ciruelos silvestres de trémula blancura.

Los petirrojos vestirán su plumoso fuego,
Silbando caprichosos sobre el cercado.

Y nadie sabrá de la guerra, nadie
Se preocupará cuando concluya.

A nadie le importaría, ni al pájaro ni al árbol,
Si la humanidad pereciera por completo;
Y la propia primavera, cuando despertara al alba
Apenas sabría de nuestra partida. 

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

12 comentarios:

  1. ¡Hola, Harolina! Estaba convencido que Crónicas Marcianas te cautivaría. Pero es más, cuando releí en estas fechas el cuento Aunque siga brillando la Luna sabía que te ibas a identificar mucho con lo que allí se recoge. Es uno de mis cuentos marcianos favoritos, por ello fue el relato en el que basé la última gala. Los marcianos de Bradbury supieron detenerse antes de llegar a una recta que solo llevaba el fin. El ser humano es depredador, no se plantea si debe, solamente se pregunta si puede. Y si puede tarde o temprano lo hará.
    Crónicas Marcianas en el fondo no es más que las crónicas humanas, de cómo somos, de qué nos mueve. Es toda una tesis doctoral para comprender nuestra condición.
    No sabes cómo me alegra que este homenaje te descubriera esta lectura maravillosa, y es que esa es ni más ni menos que la verdadera razón del blog. Agrego esta publicación en la entrada de mi blog con los relatos participantes. ¡Lástima que no la haya podido incluir en la revista! Un fortísimo abrazo!!

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    1. !Hola David!

      Sí que empiezas a conocerme, pues me encantó el libro y ese episodio en particular.
      Tal como describes el libro, esa misma fue mi conclusión al leerlo, Ray analizó al ser humano fuera de su planeta para que se nos hiciera más fácil ver nuestra destrozante realidad, somos destructivos, como bien apuntas, el ser humano "no se plantea si debe,solamente se pregunta si puede. Y si puede tarde o temprano lo hará."

      Si estas "Crónicas marcianas" fuera un libro de enseñanza obligatoria en las escuelas, quizas desde niños tendríamos un mejor comportamiento con la vida del planeta y de todo lo demás.

      Te dejé un comentario en el blog por tu generosidad de la inclusión de esta entrada en ese espacio marciano, y el solo hecho de que te pasara por la mente incluirlo en la revista, acabando yo de estrenarme como marciana, es un regalo para esta humilde terrícola que trata de mantener el ego a raya, ja, ja.

      Gracias por tus palabras y tu generosidad. Cuidate mucho. Otro abrazo para ti.

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  2. Genial entrada marciana, Idalia.

    Crónicas marcianas es uno de los libros más importantes para mí. De hecho, el nombre de mi blog nace de un juego de palabras inspirado en en el volumen del maestro Ray Bradbury. Y es que el autor fue un visionario y casi un ser que si dejamos volar nuestra imaginación podríamos pensar que fue en viajare en el tiempo. Has señalado de manera muy acertada varios pasajes que ponen los pelos de punta de Crónicas marcianas. Y me temo que el ser humano no tiene mucha intención de aprender. Casi en lo que único que se piensa tras el fin de la pandemia, es en como reindustrializar el planeta para darle la puntilla final.

    Un fuerte abrazo desde la superficie marciana :)

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    1. Miguel, gracias por tan genial comentario, imaginé que el nombre de tu blog tuvo influencias literarias de los tiempos mozos. Me alegra haber leído el libro que te inspiró y escribir esta entrada sobre esa lectura.

      No descarto lo que dices, que además de ser un visionario, Ray viajara en el tiempo, y hasta Marte, ¿por qué no? Y sí que el ser humano es muy cabeza hueca, duro para aprender...

      Gracias por las palabras y por la visita.

      Que pases un buen fin de semana. Otro fuerte abrazo, no estaría mal poder decir que desde Marte, tal vez se está mejor allá, ja, ja.

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  3. Vaya, Harolina, pues me resulta muy interesante lo que dices sobre el libro, sé de su existencia pero no lo he leído y realmente me ha creado una inmensa curiosidad por leerlo. La visión del autor desde luego refleja fielmente esa parte de destrucción que existe en nuestra especie.
    Un gran tema sobre el que reflexionar amiga querida, también me pregunto muchas veces si pertenezco a este planeta porque no siento que así sea. Lo digo muchas veces y supongo lo seguiré repitiendo, ojalá con esto que está pasando a nivel mundial seamos capaces de reflexionar y cambiar nuestra forma de pensar y de actuar con nuestra Madre Tierra a quien tanto le debemos, a quien le debemos todo ya que ella nos provee de vida continuamente.
    Un fuerte y cariñoso abrazo a tu bello Ser. Cuídate mucho, querida amiga.

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    1. Gracias Marina por tus bellas huellas, si te apetece lee el libro, no te arrepentirás, lo descargué y leí en dos noches (tengo mucho quehacer en el día). Es como vernos reflejados en un espejo gigante y ver incluso más allá, la interioridad del alma y la maldad que muchas veces nos habita y ese enorme ego que tenemos los terrícolas... Y el final es tan aleccionador, me encantó.

      Y para que veas las coincidencias que siempre me persiguen, tenía escrita la parte inicial de esta entrada hacía una semana, al leer el libro hice el enlace de lo que tenía y mi impresión de la lectura y resultó muy bien la coordinación, a veces una escribe algo que le surje y no sabe el porqué, pues ya ves, pero lo mejor de todo esto, la coincidencia de la que te hablo es que lo publiqué el 22, el día que han denominado "Día de la Tierra". Me dí cuenta en la mañana al leer "La Palabra Diaria", ese pequeño librito que acostumbro leer. Así que sin proponermelo le rendí en el blog un homenaje al planeta, a quién le debemos la vida y permanencia aqui, en este bello paraiso.

      Te dejo otro fuerte abrazo querida y mil gracias por estar. Cuidate mucho también.

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  4. Leyendo tu estupenda entrada reflexiva y el comentario de David, sobre Crónicas Marcianas, coincido en que su autor fue un anticipado a su tiempo, un filósofo al estilo clásico y sabio que indagó en la verdadera naturaleza humana, con ese lado "oscuro", o mejor dicho, depredador, que nos sitúa por debajo de otras especies mucho menos agresivas con el medio ambiente y los seres de su propia especie. Nosotros, los humanos, no acabamos de desprendernos del viejo "cascarón" de la inconsciencia o de una especie de programación mental inducida externamente para esclavizarnos y dominarnos por seres de otras razas más inteligentes, que muy probablemente nos crearon... Ya que no somos el ombligo del Universo ¡ni mucho menos!
    Recomiendo a mi amiga Marina y a quienes todavía no han leído este libro, que lo lean, puesto que su lectura no es fácil que nos deje indiferentes. Algo que alabo siempre de ese tipo de autores, no abundan mucho, por desgracia.
    Muchas gracias por incluirnos este fantástico poema de Sara Teasdale, que no tenía el gusto de conocer. Ya me he anotado su nombre para disfrutar de su gran calidad poética.

    Encantada de participar de tus reflexiones tan interesantes y conocer tu punto de vista sobre Ray Bradbury y sus Crónicas Marcianas, puesto que siento muy empática con este autor.

    Te dejo un gran y fuerte abrazo, mi amiga querida, I. Harolina.
    ¡Feliz fin de semana!

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    1. Querida Estrella, valoro mucho tu presencia en el blog pues sé lo complicada que estás, mil gracias amiga por pasar y sobre todo dejar huellas, siempre aportando jugosamente al contenido.

      Le decía a Marina que me encantó leer el libro, nos deja al desnudo a los humanos, y eso que ahora nos estamos comportando peor que en ese tiempo, ojalá y de alguna manera saquemos esa semilla de maldad que vive en nosotros y matemos ese odioso ego.

      El poema está en el libro y me gustó mucho, no lo conocía ni a su autora, pero busqué su biografía y sus poemas, a ti como poeta se que te gustará mucho más.

      Otro fuerte abrazo para ti y tu hermoso Ser. Sigue cuidándote y descansando todo lo posible también.

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  5. Qué quieres que te diga Idalia,... soy biólogo y trabajo como biólogo en temas de medio ambiente,... a diario tengo que enfrentarme con situaciones complicadas en la que las personas no entienden (o no quieren entender) ciertas limitaciones al uso y disfrute del medio. Afortunadamente, día a día crece ese otro grupo de personas en las que se aprecia una mayor sensibilidad hacia la naturaleza que los rodea, que entienden que sin ella no hay futuro,...
    La semana pasada dejé un comentario en algunos blogs en los que ponía de manifiesto que la naturaleza nos ha dado una llamada de atención,... solo en unas semanas ha puesto nuestro soberbio mundo contra las cuerdas,... espero que esto nos haga reflexionar.
    Cuídate!

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    1. Gracias Norte por este comentario tan elocuente y oportuno, bueno ya tu mejor que nadie sabe de nuestros atropellos y aunque hoy día se han sumado muchos a la labor de cuidar la naturaleza y crear consciencia de ello, mayormente jóvenes senderistas, profesionales del medio ambiente y otras pertsonas que se han concientizado de quien nos provee el cobijo y la vida, todavía nos faltan muchas personas más, y lo peor, las grandes potencias son más destructivas aún, con sus laboratorios de armas y quimicos que envenenan las aguas y el suelo.
      También espero que esta situación que nos tiene de rodillas, nos haga entender, de lo contrario nos pondrá contra el suelo a todos, y nos lo tendremos más que merecido.

      Cuidate mucho tu también Toño y de nuevo !Gracias!

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  6. Después de leerte, querida Harolina, no puedo dejar de conseguir mi ejemplar de "Crónicas Marcianas" para disfrutarlo. La biografía de este visionario excepcional también a mí me cautivó, como no podía ser de otra manera, pero aún no me puse a leerlo. Mal hecho por mi parte.

    Las frases que recoges, sus reflexiones e interrogantes, sin duda nos sacuden y nos ponen en compromiso si tratamos de buscar una respuesta. Quiero pensar que ya son muchos los representantes de nuestra especie comprometidos en mejorar las cosas con respecto a nuestra relación con la Naturaleza y el medio ambiente, pero falta tanto... Yo tampoco sé de dónde nos viene ese afán de descubrir, colonizar y después destruir, incluso aunque al tiempo nos estemos destruyendo a nosotros mismos.

    Muy inquietante tu post, nos llenas de interrogantes, pero también muy necesario para despertar conciencias. Nadie podrá decir nunca que no aportaste tu granito de arena al respecto :))

    ¡¡Un abrazo enorme, amiga!!

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  7. Querida Julia, que bien lo has dicho, sin duda esa biografía es cautivante, así que trata de leerlo, lo agradecerás...

    Le decía a Norte que ya somos muchos los que cuidamos del planeta, pero aún faltan tantos, seguir haciendo nuestro trabajo de regar la voz y aumentar esa cadena, podría salvarnos más que nada a nosotros mismos, el planeta tiene su propia manera de sanar si paramos a tiempo.

    Gracias por las palabras y por venir amiga. Sigue cuidándote mucho, te dejo otro enorme abrazo desde mi alma y mi cariño hacia ti.

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