La
mayoría de las personas desde muy temprana edad somos condicionados por los
padres o tutores a tener un perfil conductual muy distinto del que en realidad
deseamos tener, ya sea por naturaleza o porque nos sentimos más a gusto siendo
de otra forma. Pero tanto la educación familiar como la de la sociedad, nos
marcan un sendero que muchas veces no congenia con el temperamento y los
anhelos del corazón.
Esta
contrariedad crea diferentes estados de personalidad que pueden degenerar en
grandes enfermedades físicas o lo que es peor psíquicas, que son más peligrosas
aún y más difíciles de controlar o erradicar. Estos patrones de conducta son a
veces los responsables de que nos convirtamos en asesinos en serie o personas
no gratas a la sociedad. Saber decir “NO” es una medida sana y preventiva de
salud emocional, no permitas que nadie decida por ti, es tu vida.
Desde
pequeños nos tratan de moldear y someter a los criterios familiares y sociales
sin importar nuestra opinión ni nuestra felicidad, con la ya muy conocida
excusa de que es por nuestro bien que deben trazarnos las pautas para seguir
por buen camino, un camino que generalmente resulta ser el mismo que ellos
siguieron y que casi siempre nos lleva a cometer los mismos errores que ellos
cometieron; decir “No”, es un “Sí” rotundo a una vida saludable y en
armonía con muestro ser natural.
Me pregunto cómo podemos los padres o tutores saber cuál es el camino correcto de un hijo si nadie mejor que él conoce
la finalidad de su existencia, como podemos decir que va por el camino
equivocado, si no sabemos cual es su misión en esta vida no podemos conocer su
camino, solo él lo conoce, su guía interior lo conduce hacia él sin que quizás él mismo lo sepa.
Todos tenemos un propósito de vida, y
aunque posiblemente no lo tengamos claro, la guía interior se encarga de
llevarnos por el camino correcto. Aún seamos drogadictos, hay un propósito
final en ese ser drogadictos, nada ocurre por azar, esta condición encierra una
serie de aprendizajes y lecciones para algunas de las personas que nos rodean y
también para el crecimiento de nuestra alma.
No
todos venimos a experimentar lo mismo ni a ser ejemplos de virtud, a veces son
mas virtuosos esos delincuentes que ofrecen su vida terrenal para purgar culpas
ajenas y servir de maestros a otras almas menos evolucionadas, o para darles la
oportunidad de limpiar su aura y su mal karma siendo víctimas de grandes
atropellos físicos y emocionales.
No todo es lo que parece, dentro de cada ser
existe un alma pura y amorosa que muchas veces se disfraza, y acepta vestirse
de verdugo cruel y sanguinario para embellecer y enaltecer otras almas
deprimidas que se han subvalorado y no se saben amar. El ser más despreciable
merece ser amado, podría ser una de esas
almas generosas que se han sacrificado por amor, a ser el malvado de la película.
El
mundo se ha energizado y está convulsionando, y los humanos con él, pero esas convulsiones
traerán más adelante un esplendoroso bienestar general, volveremos a renacer en
el amor incondicional. Nos han tocado tiempos difíciles, pero eso es relativo
porque cada época trae sus traumas y sus encantos, su risa y su llanto, y como
dicen por ahí: “Nadie recibe más de lo que puede soportar” y “No hay mal que
por bien no venga” o “No hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista”,
aunque han habido males que han durado mucho más, no son resistidos por los
mismos cuerpos.
Independientemente de todo esto, no olvides
que tú tienes el control de tu vida, y si no lo tienes debes tomarlo y hacerte
cargo, eres el único responsable de lo que te suceda y las decisiones y
actitudes que tomes frente a eso, así que recuerda que: Muchas veces decir “No”,
es un “Sí” rotundo a la vida y la felicidad.
I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2017/05/06/correo-los-lectores
Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
VALORAMOS Y AGRADECEMOS TUS HUELLAS.