Para
los humanos una de las mayores expresiones de amor y afecto son los abrazos,
mientras más efusivos y apretados mejor, pues entendemos que más amor expresan,
aunque esto no sea en el fondo siempre así, ya que muchas personas tienen como
norma abrazar bien fuerte para saludar, aún sea a alguien que acaban de
conocer. No siempre su fuerza es proporcional al amor.
Particularmente
no soy partidaria de abrazar por abrazar, porque alguien te lo pide y ya, no
soy muy dada a dar abrazos ni me gusta mucho recibirlos, fuera de hacerlo para
saludar por cortesía si fuere necesario. Ahora bien hay ocasiones en que siento
la necesidad de abrazar a alguien o ser abrazada por alguien como si en ese abrazo
estuviera en juego mi vida, pero eso no se da muy a menudo, es muy raro en mí. Tal
vez por esa razón es que encuentro tan empalagosos a mis hijos, siempre están
abrazando y pidiendo abrazos, se parecen en eso a su padre, así que muchas
veces aunque no quiera hacerlo no me queda de otra, me están educando en los
abrazos, pero no siempre los complazco, a veces me cuesta, me siento forzada y
no me apetece hacerlo, ellos saben cómo soy, no siempre me gusta el contacto
físico.
El
significado del abrazo varía según las personas, las culturas y la ocasión, pero
independientemente de mí, a las personas les gusta abrazar y ser abrazadas para
sentirse amadas. Un abrazo es un medio de comunicación, ya que muchas personas
no saben expresar sus sentimientos, les cuesta decir frases hermosas que sean
capaces de transmitir todo lo que sienten y solo tienden a abrazar al otro,
este abrazo siempre va cargado de tanta emoción que la otra persona es capaz de
sentir todo ese derroche sentimental sin que se pronuncien palabras, es lo que
se llama un abrazo de verdad, de los que nos llenan todo el ser, abrazos así no
se pueden rechazar, al contrario, sin darte cuenta te fundes en ese abrazo con
la misma intensidad y emoción y se llega a prolongar más de lo normal, pero que
bien se siente.
Si
te gustan los abrazos y sientes deseos de abrazar a alguien no lo reprimas, y
si tienes ganas de que alguien te abrace, díselo (espero que nadie sea como yo),
pero no hagas de algo tan emotivo, significativo y espontáneo como el abrazo,
algo superficial, indiferente e insustancial, por eso úsalo con cautela y
sensibilización, más que por costumbre, para que no se pierda su mágico encanto.
¡Ah!
Y no olvides abrazarte tú también, darte tu cariñito especial cuando lo desees.
Mimarse uno mismo y demostrarse ese afecto es saludable, a veces abrazarse
suele ser más calmante y relajante que cualquier otra solución.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
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