El mundo,
un lugar hermoso y seguro, de una esplendorosa belleza natural,
incalculable e inigualable, ha pasado a convertirse gracias a la ambición
desmedida del hombre, en un mundo inseguro, inestable y rebelde, incluso hasta
la madre naturaleza se está rebelando ante tantos abusos. Aunque sigue siendo
bello, su belleza natural peligra, por dentro sangra herido en sus raíces por
la despiadada masacre y la amenaza de seguir siendo violentado para cambiar su
belleza por belleza artificial, fachada y falsedad, pura fantasía, ya que el
hombre ha manipulado, violentado y desnaturalizado sin ningún tipo de
consideración la tierra, su flora y fauna (su vegetación, cultivos y productos,
los animales), el aire y el agua han sido contaminados, su encanto natural se
está transformado en creaciones imponentes pero nefastas del hombre, su
territorio está siendo víctima del hombre ambicioso y depredador de la belleza
natural, para convertirla en belleza artificial, estática, muerta, profana,
falsa y efímera y vanagloriarse de esto, hasta la propia naturaleza del hombre
se ha visto violentada, mecanizada, ultrajada y deshumanizada.
Basta comparar estas dos imágenes para entender la realidad, el hermoso paisaje natural de la primera imagen ofrece todo un derroche de colores, matices, olores y sensaciones que en la realidad van cambiando a medida que cambian de posición los astros (el sol y la luna) y nosotros también, cada cambio de posición ofrece una vista diferente, este paisaje real tiene vida propia porque no hay dos días ni dos momentos iguales, cada día, a cada momento, en cada posición, el paisaje es diferente, porque los colores, matices, olores y sensaciones son diferentes, en cambio, la segunda imagen aunque también ofrece una vista hermosa, su belleza es efímera, los pocos cambios son programados, rutinarios y repetitivos y desde cualquier posición veremos lo mismo, el paisaje artificial carece de vida, no respira y cambia como el natural.
Como consecuencia de esa misma ambición, en
la actualidad se esparcen y siembran semillas muy diferentes a las que dan
buena y sana cosecha (las que construyen), ahora son de tipo nocivo (de las que
destruyen), como son las semillas de:
- Aberración, que siembra y cosecha vicios y
lujuria
- Banalidad, que siembra y cosecha vacios existenciales
- Celos, que siembra y cosecha dudas
- Desamor, que siembra y cosecha tristeza
y depresión
- Envidia, que siembra y cosecha rencor
- Guerra, que siembra y
cosecha muerte y dolor
- Ira, que siembra y
cosecha violencia
- Irrespeto, que siembra y
cosecha rabia
- Inmoralidad, que siembra
y cosecha desvergüenza y deshonra
- Inseguridad, que siembra
y cosecha angustia y ansiedad
- Mentira, que siembra y
cosecha la desconfianza
- Odio, que siembra y
cosecha sufrimiento
- Prepotencia, que siembra y cosecha resentimiento
y descontento
- Ultraje, que siembra y
cosecha pesadumbre e infelicidad
Como podemos ver, al esparcir y sembrar este tipo de semillas, la cosecha
solo causa desilusión, apatía, amargura, dolor, desencanto y enfado en la
mayoría de las personas, en los otros genera un sentimiento de odio, venganza y
violencia que termina envenenando su
propia alma y acabando con su vida de manera agotadora y violenta, y además
inmerecida.
Quisiera tener
el coraje y el poder necesario para darle un remeneón al mundo y cambiar su
rumbo, no lo tengo, pero se que cuento con el poder de decisión y la fuerza
para darle ese remeneón a mi pequeño mundo interior y ayudar a encauzar el
rumbo del mundo exterior que me rodea y por ende del enorme mundo exterior,
todos contamos con ese poder, hagámoslo ya, esparzamos semillas de amor por
doquier, pero semillas de las verdaderas, pues también las semillas de amor han
sido manipuladas y falseadas, andan circulando muchas semillas perjudiciales
disfrazadas de amor.
No nos dejemos confundir, existen muchas instituciones, fundaciones y ONG engañosas, supuestamente sin fines de lucro, pero la realidad es que sus únicos fines son de lucro, por lo tanto lo último que desean es erradicar la pobreza, las enfermedades y las guerras, pues viven y se nutren de estos grandes males, abramos bien los ojos antes de afiliarnos a cualquier movimiento de supuesta ayuda, en los que muchas veces solo estamos ayudando a que las cosas empeoren mucho más, inspeccionemos detenida y profundamente la supuesta semilla de amor para ver si es autentica, si lo es, esparzámosla en la mayor área de extensión posible, solo así triunfara lo natural y autentico, lo puro, verdadero y divino del ser, así nuestro mundo nuevamente será un hermoso y seguro lugar.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
Un extracto de esta entrada fue publicado en el periódico el Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2015/09/02/correo-los-lectores
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